A TRAVÉS DEL ESPEJO
"La frontera del alba" es un film francés con muchos puntos de interés, pese a que el conjunto no resulte del todo satisfactorio.
El veterano director Philippe Garrel (del que hubo una retrospectiva en el Festival de Cine de San Sebastián de 2007), ha construído una historia excesiva, filmada con un exquisito blanco y negro y una textura envidiables que nos remonta al cine de otra épocas, al cine de la “nouvelle vague” y otros movimientos artísticos con cierto enfoque hacia la experimentación. Y esta película tiene algo de eso, no tiene un desarrollo al uso tomando como referencia a los estrenos semanales de la cartelera, prefiere la búsqueda de una identidad fílmica propia, con especial hincapié en las formas más que en el contenido.
Este film que estuvo entre los seleccionados en el 2008 en el Festival de Cine de Cannes, es la historia de Carole, una estrella de cine que vive sola y a la que su marido que trabaja en Hollywood tiene desatendida. Un fotógrafo llega a su casa para hacerle un reportaje para un periódico y enseguida surge una atracción destructiva entre ambos. Se convierten en amantes y se van a vivir dos semanas a un hotel para hacer este reportaje, pasando de vez en cuando por el apartamento de la estrella.
Así pues, la historia de esta pasión exacerbada entre un fotógrafo desaliñado interpretado con convicción por Louis Garrel, hijo del propio director, y una estrella de cine que deriva hacia la locura, interpretada con fuerza por Laura Smet, está llevada hasta sus últimas consecuencias, atravesando los límites de la realidad cuando la chica después de muerta sigue apareciéndose al fotógrafo a través de un espejo para seguir estando con él.
Sólo si se entra en el juego que propone la película podrán verse estas secuencias de “apariciones” sin una sonrisa en la boca, pero tampoco creo que le importase mucho al director que fuesen del todo creíbles, Garrel prefiere decantarse por hacer casi físico al espectador ese sentimiento de pasión que sienten los protagonistas para poder llevar la historia al límite y gracias a su oficio y su sabiduría cinematográfica consigue momentos de gran intensidad y belleza que hacen que la visión de la película valga la pena pese a sus defectos.
Un film complejo, radical y visceral, para buscadores de rarezas y de películas independientes y para los que añoren a cineastas con capacidad de riesgo y se dispongan a asumirlo junto a ellos.
U.C. (Daniel Farriol)